domingo, 12 de octubre de 2008

GILBERTO GILL SEGUN PASAN LOS AÑOS

En este primer show que el músico ofrece en la Argentina tras su renuncia al puesto de ministro de Cultura del Brasil, Gilberto Gil se muestra en plena forma. En principio como autor: el show (que lleva el nombre del último disco, Banda Larga Cordel) incluye una decena de composiciones nuevas, lo que en la producción de Gil no ocurría desde Quanta, de 1997. Pero el show no es una repetición del disco. A Gil no sólo se lo ve en forma como autor, sino también como intérprete. Los años han pasado; la voz es más oscura y un poquito más ajada, pero no hay signos de una disfonía como la de su último recital solista maravilloso en Buenos Aires, y el músico además continúa desarrollando su extraordinario arte del falsete, que generalmente se reserva para el cierre de ciertas canciones y que en ciertas ocasiones como en la oscura O oco do mundo. El recital casi dos horas no se limita a las piezas del último disco, sino que recorre más de una veintena de canciones, con clásicos suyos como Realce y Se eu quiser falar com Deus (que Gil introdujo magistralmente, acompañado sólo con su guitarra), además de su versión reggae de Something de George Harrison. Es evidente que ese gran ritmo de Jamaica tiene en Gil una de sus extensiones más potentes, como se volvió a comprobar a la hora de los bises con su propio reggae Vamos fugir y con su hermosa interpretación de Woman no Cry, el clásico de Marley.

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